lunes, 30 de agosto de 2010

Abierto de Polo Argentino


"El más grande de todos"

(Por Hernán Díaz) - El Campeonato Argentino Abierto de Polo comenzó en 1893 y se disputa anualmente en el Campo Argentino de Polo ubicado en el barrio de Palermo. En sus inicios el torneo interclubes de mayor envergadura a nivel mundial se llamaba River Plate Polo Championship nombre que se usó hasta 1923. Por aquel entonces la pasión por el polo se centraba en dos zonas de la Argentina, una era Buenos Aires y la otra el sur de Santa Fé. En esas épocas el polo era un deporte que practicaban jugadores ingleses. El primer partido de campeonato, disputado en nuestro país, fue en la estancia "El Negrette" ubicada en la localidad de Ranchos. Aquella vez los equipos, Campo y Ciudad, estaban conformados en su mayoría por jugadores de la isla británica donde utilizaron, a falta de bochas de polo, una bola de billar.

En las zonas con mayor atracción hacía el polo crecían rápidamente clubes y se formaban jugadores de todo tipo. Gracias a esto se aceleró la creación de una entidad que organizara y rigiera este deporte. El próximo paso se concretaría en la creación de un campeonato que definiría al mejor de nuestro país. Fue así que en 1893 se disputó la primera edición de The River Plate Polo Championship y tuvo dos finales. Una disputada en Hurlingham Club y la otra en Cañada de Gómez, ambas finales las ganó el equipo de Hurlingham. Éste repetiría la obtención de títulos durante varios años más.

Juan Traill era polista del equipo North Santa Fé y fue el primer jugador en alcanzar los diez goles de handicap en la Argentina. Gracias a su gran habilidad obtuvo ocho títulos con este equipo y otros dos con Hurlingham y Las Rosas. En 1920 el polo era un deporte convocante y sus figuras eran reconocidas.

En 1923 la River Plate Polo Championship, que era el ente nacional del deporte en nuestro país, cambia de nombre transformándose en la Asociación Argentina de Polo. La jerarquía obtenida por los jugadores a principios del siglo XX transformaron al Abierto de Polo en el certamen por excelencia a nivel mundial.

Un año más tarde se disputaron los Juegos Olímpicos en París donde Argentina obtuvo la medalla de oro en esta disciplina. En aquel campeonato participaron solo cinco países (Argentina, Gran Bretaña, España, Estados Unidos y Francia) y jugaron todos contra todos. El favorito era el equipo norteamericano que tenía en sus filas a uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, Tommy Hitchcock. Pero el seleccionado nacional tuvo un duro encuentro contra los estadounidenses en donde terminó empatado 5 a 5 en el último chukker. En el alargue la albiceleste marcó el gol que le daría la victoria 6 a 5. La primer medalla de oro fue obtenida luego de derrotar a Francia por 15-2 en el último partido.


A partir de este momento el polo nacional fue reconocido en todo el mundo y los caballos que se criaron en nuestra región sirvieron, también en la actualidad, para exportarlos a países líderes como Estados Unidos e Inglaterra. El crecimiento de este deporte en nuestro país era muy rápido. Aparecían nuevos clubes y grandes jugadores que marcaban épocas. Manuel Andrada era una de las estrellas de la década del 30, ganó seis abiertos con cinco equipos diferentes, entre ellos: Santa Paula, Tortugas, Los Indios, El Trébol y la Rinconada. Además integró el plantel que obtuvo la segunda medalla dorada en Juegos Olímpicos.

En 1936 Argentina participó los Juegos Olímpicos de Berlín. Allí se presentaron cinco países, Alemania, México, Argentina, Gran Bretaña y Hungría. El equipo argentino estaba conformado por Manuel Andrada, Roberto Cavanagh, Luis Duggan y Andrés Gazzotti. En la final el seleccionado nacional se enfrentó a la poderosa Gran Bretaña donde la derrotó 11-0 en un histórico encuentro. A partir de este partido el polo no volvería a integrar el programa oficial de los Juegos Olímpicos.

El mejor jugador de la historia de polo en la Argentina es sin dudas Juan Carlos Harriot. Era como el "Maradona" del polo, tenía una potente pegada y buena visión en la cancha. Jugó en Coronel Suárez donde obtuvo 20 veces el Campeonato Argentino Abierto de Polo convirtiéndose en el jugador con más títulos. A lo largo de su carrera jugó en diferentes ocasiones para la selección nacional adjudicándose cuatro Copa América y la Copa Sesquicentenario en 1966. Su último partido fue en 1980 a los 44 años.

En los últimos cinco años el polo argentino es reinado por La Dolfina, equipo que integran Adolfo Cambiaso, Lucas Monteverde, Mariano Aguerre y Bartolomé Castagnola. Nuestro país es uno de los mayores productores de caballos de polo y se encuentra entre los mejores seleccionados a nivel mundial.

martes, 22 de junio de 2010

Criadores y Caballos



Selección de caballos: “Los elegidos”

(Por Hernán Díaz) - Seleccionar caballos para que jueguen al polo no es tarea fácil. Los buenos criadores tienen en su poder alrededor de 100 potrillos por temporada y no llegan a domarlos a todos. Para elegir con cual quedarse deben ser muy autocríticos, no hacen una selección de cantidad, sino de expresión. Los más elegidos son los que poseen rasgos y características de hembra.

El caballo que tiene finura es ágil, y se le da mucha importancia al cogote. Es por esto que los machos con físico típico de macho no sirven para el deporte. A la hora de cruzar caballos, para obtener un buen potrillo, se le da más importancia a la madre que al padre. Lo que se trata de buscar del macho es que le imprima potencia y corazón. Los criadores estudian la vida de sus caballos y de los que pueden adquirir. Sirven aquellas madres que dieron a luz a potrillos que hayan llegado a lo máximo del polo.

La doma y la crianza es vital para el animal, como si fuera a la escuela. Al caballo hay que darle el tiempo que necesita, para así mejorar su performance. Por lo general la misma dura entre 8 meses y 2 años. Existen diferentes tipos de domas, la americana y la australiana son más minuciosas y que demandan más tiempo y dinero, lo cual muchos criadores prefieren estas antes de dejar a los caballos con el indebido tiempo de doma.

La alimentación del caballo debe ser lo más natural posible. Pero en los tiempos en que vivimos y debido a las sequías de nuestro país, ciertas veces los criadores, deben agregarle algún suplemento que reemplace las faltas de la naturaleza. El caballo es muy importante para su criador y el mismo exige paciencia para los domadores, por eso ambos deben tener una buena relación con el animal. Dos veces al año se les hacen chequeos de sangre y orina.

El entrenamiento se basa en trote y carreras a máxima velocidad. Los caballos de hoy están más preparados y todo se debe a los buenos criadores que tiene Argentina. Por lo general entrenan una hora. El primer cuarto se basa en carrera a toda velocidad y el resto a puro trote. Un dato a destacar es que en los últimos tiempos se sucedieron menos lesiones y por eso el entrenamiento es más duro para estos animales.

Para elegir un buen caballo hay que mirar su árbol genealógico, los SPC (Sangre Pura de Carrera) son los más necesitados para los deportes. Fueron los primeros en llegar a nuestro país. Sirvieron para el mejoramiento y desarrollo de todas las restantes razas equinas, permitiendo combinaciones genéticas que dieron origen a caballos
deportivos reconocidos hoy en todo el mundo.